Amparo es un doloroso aullido desde el vientre, que sacude todos los confines de este país resquebrajado por las lágrimas,   mareas inagotables que nos hablan de ausencias, vacíos e inexplicables obligaciones frente a la guerra, en un lugar en el que las montañas, los pueblos, los barrios y sus laberintos se convirtieron en tumbas que acallaron el canto de los pájaros y de los niños.

En este escenario en duelo que somos; una madre siempre será una selva abrazadora que desde sus resquicios de digna rebeldía defenderá desde sus amorosos pálpitos a sus hijos, sin cobija y sin país, pero con unas salvajes ganas de vivir. Colombia también es una madre iracunda que de pie defiende desde todos los abismos que nos han dibujado, la necesidad de entender que no se nace para la guerra, que nuestros jóvenes son cantos libertarios que necesitan tejer otras sinfonías y paisajes y que después de tanto dolor necesitamos encontrar amparo y refugio en medio de este zumbido incesante que hace que llueva torrencialmente dentro de nosotros.
Necesitamos entonces volver a mirarnos a los ojos y encontrar en esas historias que navegan en nuestras tristezas el lugar del que venimos, del que nunca debimos irnos, del qué no debieron arrancarnos, que es en el que la vida ondea como un torbellino incontenible. 

Federico Zapata Ospina
Director Cinema Fundadores – Feria Internacional de Cine de Manizales