Cortometraje de 14 minutos enmarcado en el género del falso documental, se sumerge en un mundo donde no existe la música debido a una extraña disposición biológica que afecta la capacidad de procesar sonidos encausados rítmicamente. Esta realidad nos presenta a los habitantes de ONGAKU NASHI  (Mundo sin música), quienes experimentan las complejidades de la existencia humana de una manera totalmente nueva. A medida que el espectador se sumerge en este mundo singular, se encuentran con gatos callejeros, paisajes, ríos serenos, montañas y escenas cotidianas de la vida en este mundo desprovisto de música. A través de la narración, se revela la complejidad de las emociones humanas, las prácticas diarias, la relación con la naturaleza y la influencia de la literatura en este entorno particular. La narración también explora el padecimiento neurológico de los habitantes, destacando la alteración de las vías auditivas, el nacimiento y la muerte en un mundo sin música. ONGAKU NASHI invita al espectador a reflexionar sobre la importancia de la música en la vida humana y cómo la ausencia de ésta puede llevar a una exploración profunda e íntima de la existencia. En un mundo occidentalizado que tiende a priorizar lo dicho sobre lo no dicho, este cortometraje desafía esa noción y abre la puerta a la posibilidad de encontrar otras formas de asumir la existencia y las emociones humanas.